Promoción de la ciencia
la mirada del experto
Reflexiones sobre la gestión de la investigación universitaria como impulsora del desarrollo de la ciencia y la tecnología en Venezuela, su estado actual, aportes y propuestas para mejorar su posición en el universo académico.
La ciencia es una actividad humana universal que busca, además de generar conocimiento, producir bienes y servicios para la humanidad, para la sociedad. El conocimiento científico se viene desarrollando desde los orígenes del ser humano, pero alcanzó su cúspide en el siglo XX como consecuencia de la revolución industrial.
Para pocos es un secreto que con ciencia y tecnología propias, los países pueden desarrollarse más rápido y lograr mayores beneficios. Los ejemplos son muchos y podemos mencionar a Japón, a los tigres asiáticos y, más recientemente, los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Estos últimos dieron un salto cuántico en lo relacionado con Ciencia y Tecnología (CyT) en sus respectivas naciones, con índices tecnológicos del mundo desarrollado y economías en pleno crecimiento, a pesar de la crisis mundial.
El Informe de la UNESCO sobre la Ciencia 2010: El estado actual de la ciencia en el mundo, destaca que una de la razones del crecimiento en el estamento de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) de los países BRIC y otros países asiáticos, africanos y latinoamericanos como Corea del Sur, Singapur, Turquía, México, Argentina y Sudáfrica, se debe principalmente a tres aspectos:
- Acceso fácil y barato a nuevas tecnologías digitales;
- Inversión en conocimientos, en educación de cuarto nivel en Investigación y Desarrollo (I + D), con alianzas con universidades e instituciones extranjeras;
- Desarrollo autónomo de la tecnología de los procesos, la creación de productos, el diseño y la investigación aplicada. (1)
La investigación universitaria en Venezuela
La gestión de la investigación universitaria como impulsora del desarrollo de la CyT en Venezuela es muy importante desde el punto de vista teórico y práctico, considerando que más del 80% de la investigación del país se hace en las universidades nacionales autónomas.
La investigación universitaria no tiene elementos significativos que le permitan diferenciarse de otro tipo de investigación, como la social o la tecnológica. La ciencia es una sola y es universal. Lo importante es que sea de calidad y se realice en libertad. Otras propuestas son motivos circunstanciales y políticos que ayudan, como aquellos que generan programas específicos orientados a temas o prioridades particulares.
Los elementos que sustentan la ciencia, sea investigación básica, social o tecnológica son los mismos, pero deben existir estructuras de promoción y desarrollo de investigación que determinen las políticas científicas, y ejecuten los programas de financiamiento y soporte de la investigación en cada universidad. En la Universidad Central de Venezuela (UCV), el rectorado de Francisco De Venanzi (1959-1963) contribuyó a establecer la nueva legalidad universitaria después de la dictadura. El Consejo Universitario de la UCV creó el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CDCH), el cual se instaló el 28 de junio de 1958. La estructura fue incorporada a la Ley de Universidades promulgada el 5 de diciembre de 1958. (2)
Los CDCH son órganos universitarios gestores de la excelencia, en materia de planificación y ejecución, de las políticas que sustentan los programas de investigación y formación de recursos humanos de las universidades nacionales, con la finalidad de garantizar la participación del personal académico en los programas de investigación e incrementar los logros y productividad del sector científico, social, humanístico y tecnológico, que trascienda al país. (2)
La eliminación, a veces planteada, de estas estructuras afectaría la ejecución de los proyectos de investigación adscritos a esos organismos. La crisis financiera del país y la aparición en 2005 de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) –cuyo objetivo era generar I+D en las empresas con ayuda de los entes de investigación– han comprometido a las universidades a plantearse estructuras y programas para la búsqueda de recursos extramuros para financiar la investigación universitaria. (3)
Algunos mecanismos intrínsecos, no exclusivos de las universidades, le permiten a la investigación universitaria acoplarse con el entorno. A programas o agendas implementados por organismos del Estado en las últimas décadas, las universidades han respondido eficientemente, en primer lugar porque los recursos financieros siempre fueron mayores en monto que los ofrecidos por sus estructuras de promoción de investigación.
En años recientes, las universidades han abierto programas dirigidos a una mayor vinculación con la sociedad. Por ejemplo, el CDCH de la Universidad Central de Venezuela (UCV) creó el programa UCV-Sociedad, que promueve investigación que tenga impacto en la sociedad, involucrando a grupos interdisciplinarios y varias facultades.
La investigación universitaria no necesariamente responde a las áreas estratégicas establecidas por el Estado. Las universidades son sitios de libre pensamiento y gestión de conocimientos. La investigación que se haga en ellas debe ser lo más abierta posible. Las universidades no existen para solucionar los problemas estratégicos del país, están para generar conocimiento de alta calidad. La misión de las universidades debe ser estimular los cerebros de los jóvenes estudiantes y el profesorado. Sin embargo, reconocemos que la necesidad de contar con buenos recursos financieros, obliga a los investigadores a seguir líneas estratégicas propuestas por el Estado. En este sentido, en los 70 años de investigación institucionalizada en Venezuela, las universidades han respondido positivamente a las propuestas de los distintos gobiernos, y muchas de las líneas duras de investigación del país se han desarrollado gracias a incentivos de los entes estatales. Ejemplos: parasitología y medicina tropical, catálisis, desarrollo agroalimentario, química fina, etc.
A pesar de los logros y esfuerzos, la investigación no es valorada en su magnitud en las universidades. Tan es así, que en las crisis financieras que han vivido las universidades venezolanas a través del tiempo, la investigación es la primera víctima, sufriendo significativos recortes en su presupuesto. Nuestras universidades se crearon inspiradas en la reforma universitaria de Córdoba de 1918, con sus logros más sobresalientes de autonomía y cogobierno, y muy pocas palabras sobre la investigación y la gestión de conocimientos. Dicho de otra manera, en una universidad politizada y clientelar, hacer investigación es casi un acto subversivo.
El aporte de los CDCH a la ciencia universitaria ha sido importante, sin embargo, las contribuciones a las investigaciones de envergadura de la universidad han sido muy escasas. La mayoría de la investigación de impacto realizada en las universidades nacionales autónomas ha sido financiada principalmente por proyectos logrados fuera del ámbito universitario (Fonacit y organizaciones internacionales).
Como gerente del CDCH UCV desde 2008, continuamos con el fomento del método científico, con la finalidad de que se instale en la mente del profesorado y en el quehacer universitario, mediante el financiamiento de proyectos de investigación y formación de recursos humanos en todas las áreas del conocimiento (ciencia básica, aplicada y algunas áreas estratégicas del país). Para ello, el CDCH UCV ejecuta distintos programas.
En general, la gestión de la investigación universitaria en Venezuela se lleva a cabo con base en la generación de conocimientos universales, en un esquema amplio y abierto que no jerarquiza ni privilegia áreas específicas. Este esquema de prioridades es mixto, entre aquellos centrados solo en el conocimiento libre y universal, y aquellos que se enfocan en la construcción de una investigación con pertinencia local. El CDCH UCV se centra en el conocimiento abierto y universal, pero incorpora investigación sobre áreas prioritarias para el país.
La construcción de una investigación abierta, universal, sin jerarquías y no discriminante debe ser la base para desarrollar universidades competitivas a nivel global. El CDCH UCV identifica nuestras fortalezas y debilidades y genera políticas para fortalecer a los grupos fuertes e incorporar a los más débiles. Además, tiene programas, como la Beca Académica, que incorpora profesores jóvenes al mundo de la investigación mediante sus estudios de cuarto nivel, maestrías y doctorados en áreas escogidas por las distintas facultades.
En el futuro, las universidades deben separarse en profesionalizantes y generadoras de conocimientos. Estas últimas, para ser competitivas a nivel mundial, deben estar estructuradas con base en la investigación de alta calidad. Solo así podremos tener ciencia aplicada, social y tecnológica de calidad. En conclusión, generar investigación de calidad en las universidades nacionales permitirá impulsar el desarrollo de la CyT en el país.
La investigación en tiempos del socialismo del siglo XXI
El gobierno bolivariano se propuso desde un principio cambiar el estamento científico venezolano. Sus ideólogos posmodernistas plantearon sustituir lo existente por una ciencia diferente y menos alienada con la forma de hacer ciencia en la mayor parte del mundo. Los argumentos se basaban en impulsar una ciencia endógena y pertinente socialmente. Hasta ahí, todo bien, pero resulta que el grupo dominante entre los pensadores de la ciencia socialista no quería experimentar y menos aplicar el método científico. Así que desde un principio, el objetivo era sustituir la manera de hacer ciencia por una distinta e insistentemente presumida como mejor.
La ciencia venezolana comenzó su descalabro en 2006 (Figura 1); las razones fueron muchas, pero se puede señalar que contribuyeron a la crisis las series de decisiones erradas, ausencia de políticas públicas, falta de transparencia, ausencia de discusión con los sectores involucrados y proselitismo político. Ya para 2009, Colombia nos había desplazado del sempiterno cuarto lugar en índices internacionales (Figura 2).
Actualmente, las universidades se encuentran en uno de sus peores trances, lo cual se ha evidenciado en presupuestos exiguos, salarios paupérrimos, actos violentos que ocurren con impunidad porque los procesos judiciales no culminan, infraestructura agonizante, entre otros problemas, asuntos que afectan no solo a la investigación, sino a todos los ámbitos académicos como los estudios de posgrado, bibliotecas, extensión y atención a los estudiantes.
La crisis de la ciencia venezolana incluye a todas las universidades autónomas nacionales y a los centros de investigación no adscritos a universidades, llegando sus efectos nocivos hasta algunos centros bandera del Estado venezolano como IVIC, IDEA, CIDA, INIA, etc. Así como a otros centros adscritos a los distintos ministerios del país.
La crisis universitaria ha contribuido a que Venezuela haya disminuido su posición en el universo académico, con caídas notables en los índices científicos y universitarios latinoamericanos.
Uno de los logros importantes por la comunidad científica, trabajado y concretado por el gobierno bolivariano, fue la previamente mencionada LOCTI, creada en 2005, la cual tributaba y obligaba a las empresas (estatales y privadas) a invertir en I+D en sus firmas. Paradójicamente, en los tres años que se ejecutó la LOCTI 2005, el gobierno venezolano decía que invertía más del 2% del PIB en ciencia, tecnología e innovación (CTI). Por razones más políticas que operativas, a la LOCTI se le hicieron modificaciones en 2010 y 2014, que la transformaron en un simple impuesto a las empresas. La poca transparencia ha impedido conocer montos, distribución y alcance de la inversión en CTI.
Al final, para 2016, no tenemos una mejor ciencia que la lograda hasta 1998, pero sí evidenciamos unas cifras que certifican el desastre de la CTI en Venezuela. Así es evidenciado en el Informe de la UNESCO sobre la Ciencia: hacia 2030, donde la inversión en CTI en América Latina muestra lentitud y atraso con respecto a otras regiones. (4) El informe cuando habla de nuestra región la compara con el castigo de Sísifo (5), señalando a Venezuela como el prototipo de la mala actuación.
Ver referencias
Cómo salir de la crisis
A pesar de la crisis y la práctica destrucción de la ciencia en Venezuela, algunas universidades como la UCV comenzaron a organizar sus inventarios creando sus repositorios institucionales. Hace cinco años y en alianza con la Universidad de Los Andes, el repositorio Saber UCV, vitrina virtual que permite consultar en acceso abierto las investigaciones, ayuda en la conservación de la memoria institucional. Saber UCV ha contribuido a que la UCV suba en los clasificadores (rankings) universitarios. Por ejemplo, en 2016 se ubicó en el peldaño 18 de Latinoamérica del ranking QS, en años anteriores se ubicaba en el puesto 32. Este ranking evalúa los siguientes criterios:
1) reputación académica 30%;
2) reputación entre empleadores 20%;
3) relación número de profesores / número de estudiantes 10%;
4) citas a publicaciones en base a Scopus 10%;
5) número de publicaciones por profesor en base a Scopus 10%;
6) proporción de sus profesores con doctorado 10%;
7) impacto web (webometrics) 10%.
Otro esfuerzo en la misma dirección han sido los editatones realizados para enriquecer Wikipedia con información de científicos e instituciones destacadas de la UCV.
El país y su ciencia tienen cómo recuperarse de la crisis. Por ejemplo, en el caso del éxodo de unos 1.700 investigadores de punta, se puede implementar un programa de retorno que no necesariamente implique el regreso de cada uno de ellos. Se pueden poner en práctica programas que permitan mantener el vínculo como cursos y recibir a estudiantes en el exterior.
En el caso de la investigación, el país posee algunas fortalezas en áreas estratégicas como biomedicina, agropecuaria, química y petróleo. Estas deben recuperarse rápidamente con un enérgico programa de promoción de científicos. Igualmente, el turismo, que puede ser una fuente importante de ingresos para Venezuela, se debe desarrollar con criterios científicos, bien estudiados y planificados. Estos programas requieren de incentivos por parte del Estado que impliquen mejores salarios y más recursos financieros y tecnológicos, siempre insistiendo en el espíritu de libertad para generar una ciencia de calidad.
Estos programas de recuperación deben también incluir el patrocinio de particulares. El mundo se ha preparado para eso. La Fundación Bill y Melinda Gates da más financiamiento para la investigación en salud que la Organización Mundial de la Salud. Además, debe fomentarse la posibilidad de presentar proyectos de financiamiento en el ámbito internacional.
Entre las cosas que pudiesen ser parte, entre otros, de un programa estratégico de recuperación estarían:
1) fomento de empresas que utilicen en forma intensiva el conocimiento;
2) aumento del número de empresas extranjeras que establezcan centros de investigación y desarrollo (I + D);
3) políticas públicas que generen y concienticen sobre la importancia de la innovación en los sectores político y empresarial;
4) fomento de los ambientes de creatividad y desarrollo para incentivar mediante leyes como la LOCTI y una Ley de patentes que favorezca I+D;
5) creación de nuevas universidades y centros de investigación de rango mundial en la ciencia, tecnología e innovación.
Para desarrollar todo esto se requiere una visión amplia, un replanteamiento del tablero nacional, la disposición de no reiterar los errores y, sobre todo, de escuchar. Y actuar para contener la “fuga de cerebros” que, como una hemorragia, amenaza con desangrar las posibilidades de dar el salto hacia un futuro mejor.
figura 1
Estado de la producción científica en Venezuela entre 1983 al 2013, medida por el número de publicaciones científicas. Evaluación realizada por Ismardo Bonalde utilizando Web of Science.
figura 2
Estado de la ciencia en Latinoamérica medido por el índice SciMago para 2016, mostrando los valores de los primeros 11 países para las variables: documentos, documentos citables, citaciones y el índice H
Cómo lo hacemos
Fundación Empresas Polar
¿Cómo apoyamos a la ciencia en Fundación Empresas Polar?
El reconocimiento a la labor y al talento de investigadores venezolanos, como otras iniciativas emprendidas por Fundación Empresas Polar, son piezas de un todo donde la ciencia y la educación están interrelacionadas.
Desde hace más de tres décadas, celebramos la entrega del Premio Fundación Empresas Polar “Lorenzo Mendoza Fleury”, galardón que da fe del interés por reconocer y estimular el talento, creatividad y productividad de los investigadores venezolanos, en las especialidades de biología, física, matemática y química y sus interdisciplinas. El apoyo a la ciencia y a la valoración social de la actividad científica, está en nuestros principios fundacionales por su significativa contribución al desarrollo de la sociedad y por ser garantía de progreso.
Durante muchos años, hemos atendido numerosas solicitudes para el financiamiento de investigaciones, reuniones científicas, adquisición de equipos para centros de investigación y universidades nacionales, entre otros aportes.
Este reconocimiento a la labor científica venezolana como otras iniciativas y programas emprendidos por Fundación Empresas Polar, son piezas de un todo donde la ciencia y la educación están interrelacionadas. Hemos prestado particular atención por el mejoramiento integral de la enseñanza de la ciencia, en especial de la matemática en las primeras etapas de la educación, al generar metodologías que permiten la actualización de los docentes y producir materiales educativos. Para ello, contamos con diversas propuestas propias y desarrolladas con aliados: las guías de Actividades de Matemática (hasta quinto grado) y los talleres dirigidos a docentes; el programa Ciencia en la escuela y la publicación de materiales instruccionales para el docente y el alumno; el apoyo a la Olimpíada Matemática (recreativa y juvenil); la revista EsCiencia (21 ediciones), y las exposiciones interactivas (Agua, Petróleo, Energía, Cuerpo Humano).
Es nuestra aspiración que estas iniciativas se constituyan en una oportunidad para despertar la curiosidad y creatividad en nuestros niños y jóvenes, la vocación por la búsqueda del conocimiento e inculcar el amor por las disciplinas científicas, que garantice las generaciones de relevo para el ejercicio de la ciencia.
Contienen una serie de ejercicios destinados a incentivar y mejorar el pensamiento lógico matemático de los escolares, así como a afianzar las competencias contenidas en el currículo de primero a quinto grado. Por su novedosa concepción y atractivo diseño, el lenguaje sencillo y la recurrencia a situaciones cotidianas, esta guía resulta un apoyo inestimable para el docente y padres preocupados por elevar los niveles de aprendizaje y desempeño de los niños. En la producción de estas publicaciones participan docentes y especialistas de distintas partes del país.
Son talleres de capacitación de docentes de educación primaria que tienen como propósito dar a conocer esta publicación y motivar su utilización como una herramienta de mejoramiento de las estrategias de enseñanza-aprendizaje de la matemática.
Es un programa diseñado para docentes de educación primaria, cuyo objetivo es ofrecer estrategias didácticas basadas en la educación científica, según la metodología fundamentada en el modelo de la indagación y la experimentación. Este programa educativo se inició hace 10 años, gracias a una alianza entre Fundación Empresas Polar y la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales. La iniciativa abarca igualmente la producción de una serie de publicaciones sobre diversas temáticas que se corresponden con los contenidos de los programas nacionales de Ciencias Naturales de la escuela básica.
Temas tan variados como las aves, el tiempo, la energía y el petróleo se abordan en esta publicación periódica, editada para estimular el interés por el conocimiento científico y fomentar la valoración del patrimonio natural de Venezuela en los niños y los jóvenes. EsCiencia constituye un material didáctico para complementar de manera amena el proceso de enseñanza-aprendizaje tanto en la escuela como en la familia.
Desde el año 2013, Fundación Empresas Polar presenta en su sede exposiciones didácticas, dirigidas a estudiantes de educación básica, sobre distintos temas vinculados al ambiente, los recursos naturales, la biología: petróleo, energía, animales en peligro de extinción, agua, y cuerpo humano. Estas exposiciones son itinerantes y se presentan por igual en otros espacios como la Casa Alejo Zuloaga, en San Joaquín, estado Carabobo, y la Casa de Estudio de la Historia de Venezuela “Lorenzo A. Mendoza Quintero” en Caracas.
Desde hace 10 años Fundación Empresas Polar patrocina esta actividad organizada por la Asociación de Competencias Matemáticas (ACM) y a la Fundación para el Desarrollo de Competencias Matemáticas (Fundecom). Se trata de un evento anual en el cual niños y jóvenes escolarizados de todo el país compiten resolviendo problemas matemáticos. La Olimpíada Matemática, en sus versiones recreativa y juvenil, está estructurada en tres fases: en la primera, denominada Canguro o preliminar, los alumnos presentan la prueba en su propia institución educativa. La prueba regional es aplicada en una institución del estado, según la procedencia del alumno, para luego pasar a la prueba final nacional, que se efectúa en una ciudad distinta todos los años.